El embarazo es algo importantísimo en la vida de las mujeres y futuras mamás, pero la planificación de este es algo tan o más importante incluso. La atención prenatal te mantiene a ti como madre y, a tu futuro bebé lo más sanos posibles.
¿Qué es la atención prenatal?
La atención prenatal es un conjunto de acciones asistenciales que se concretan en entrevistas o visitas programadas con el equipo de salud y la embarazada cuyo fin es controlar la evolución del embarazo y, obtener una adecuada preparación para el parto y la crianza del recién nacido, con la finalidad de disminuir los riesgos de este proceso fisiológico.
La OMS clasifica a las mujeres embarazadas en dos grupos:
- Aquellas elegibles para recibir la Atención Prenatal (APN) de rutina, llamado componente básico.
- Aquellas que necesitan cuidados especiales determinados por sus condiciones particulares de salud y/o factores de riesgo.
¿Qué debo de hacer antes de quedar embarazada?
Lo primero que debes de hacer si estás pensando en quedarte embarazada es consultar a un médico para consultar los cuidados previos, es decir, la atención prenatal.
Los cuidados previos al embarazo son muy importantes, ya que pueden detectar aspectos que podrían afectar el embarazo, para que el medico y tú puedan tomar las medidas necesarias con el fin de evitar posibles futuros problemas.
¿Cuál es el papel de la pareja en la planificación del embarazo?
Si lo deseas, tu pareja puede adoptar un gran papel. Tu pareja puede brindar un apoyo emocional importante y de gran ayuda, especialmente si estás haciendo cambios en tu estilo de vida mientras llevas a cabo la atención prenatal.
La salud de tu pareja también juega un rol fundamental en el embarazo. La alimentación que mantenga y su estilo de vida suelen ser protagonistas cuando el embarazo no se consigue, o bien reducen las posibilidades de conseguirse el mismo, ya que se reducen el recuento de espermatozoides y la calidad de estos últimos son más baja.
Algunos hábitos que pueden disminuir el recuento de espermatozoides son los siguientes:
- Beber alcohol.
- Fumar o consumir tabaco de otra manera.
- Consumir esteroides.
- Consumir drogas ilegales.
- Tomar ciertos medicamentos de venta con receta médica y sin ella.
- Pasar tiempo con frecuencia en ambientes de muy alta temperatura (por ejemplo, hidromasajes, saunas, salas de vapor)
- Mantener una alimentación poco saludable.
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